Pin y Pon, sus elfos, pedían ayuda a los más pequeños para intentar guiar su trineo, perdido en una fuerte ventisca en algún lugar de Europa

Un espectáculo de luz, sonido y efectos especiales, con nieve, humo, confeti y láser, daba la bienvenida a uno de los principales personajes de la Navidad en el corazón del casco antiguo que, de nuevo, volvía a abarrotarse de público

María de las Huertas García Pérez, edil de Festejos: “Ha sido una locura ver a los pequeñajos intentando ayudar a los elfos para guiar a Rodolfo, el reno principal de Papá Noel, a traer su trineo hasta Lorca. Un espectáculo maravilloso hecho para Lorca por lorquinos”

Lorca, 19 de diciembre de 2025. La llegada de Papá Noel se convertía este viernes en un relato navideño en el que participaban cientos de niños que ayudaban a los elfos a guiar su trineo hasta la Plaza de España. La historia arrancaba con la preocupación de todos, porque no había noticias del Polo Norte: “Esta noche en Lorca, debería ser mágica… Las calles tendrían que estar llenas de risas, los balcones encendidos, y el cielo iluminado por la llegada de Papá Noel”, advertía una voz.

Algo extraño había ocurrido, porque el reloj marcó la hora de llegada, pero no hizo aparición. Mientras, las noticias desde el Polo Norte eran algo confusas: “Una gran tormenta de nieve cubre el taller de Papá Noel. Los renos no pueden despegar, y el trineo… parece haber perdido el rumbo. Dicen que el viento sopla tan fuerte que ni siquiera las estrellas pueden brillar. Y que las cartas con las peticiones de los niños están flotando en el aire, esperando que alguien las recoja”.

Quizás Papá Noel necesitaba ayuda para encontrar el camino hacia la Plaza de España. Quizás esa ayuda podía llegar de los más pequeños… Y, entonces, se hizo de noche, mientras se escuchaba el viento que soplaba con intensidad. La nieve caía desde lo más alto de la antigua colegial de San Patricio y gigantescas brújulas giraban y giraban mientras en lo que parecía un sueño se podía ver el taller de Papá Noel, el trineo vacío y cartas flotando en el aire.

Y cuando parecía que la noche se quedaba muda, y mientras todos contenían el aliento, una pequeña luz se abría paso entre las sombras. No era una estrella fugaz, ni una de esas luces que visten estos días de Navidad las calles de Lorca… era una luz pequeñita, humilde… pero valiente. Y detrás de ella, una niña, Luz, que desde hace días miraba al cielo esperando que Papá Noel encontrara la forma de llegar a Lorca desafiando al tiempo. Luz levantaba su pequeña linterna alumbrando hacia el cielo mientras decía: “Yo sé que vendrás”. Y alumbraba los viejos muros de San Patricio como queriendo servir de faro a Papá Noel. La luz se movía y la Plaza de España comenzaba a despertar…

…Mientras comenzaba a sonar ‘Carol of the Bells’. Y las estrellas se desperezaban y pequeñas luces se encendían en las fachadas de la Plaza de España. La música volvía a sonar, ahora más fuerte, mientras caían pequeños copos sobre los más pequeños y, dos elfos, Pin y Pon, anunciaban que la magia aparece cuando uno menos se lo espera. Y que “basta un gesto pequeño, una chispa, una luz encendida en medio de la mayor oscuridad, para que todo comience a cambiar”.

Luz, la pequeña que esperaba a Papá Noel, alza su linterna hasta lo más alto, y con ella, decenas, cientos, de niños que abarrotaban la Plaza de España y que levantaban sus brazos con pulseras que parpadeando comenzaban a iluminarlo todo. Pin y Pon fueron relatando las vicisitudes de Papá Noel en su trineo, con giros en círculos sobre el Atlántico y Rudolph sin señal GPS y su nariz que había dejado de brillar. Los elfos interactuaban con los más pequeños y sus pulseras, que se tornaban de distintos colores, mientras lograban que Papá Noel encontrara la ciudad.

Unos elfos que por momentos hacían de las suyas, lo que provocaba las risas de los niños. Finalmente, Papá Noel lograba conectar con Lorca, mientras pedía ayuda para que los más pequeños iluminasen su camino. “Ha sido una locura ver a los pequeñajos intentando ayudar a los elfos para guiar a Rodolfo, el reno principal de Papá Noel, a traer su trineo hasta Lorca. Un espectáculo maravilloso hecho exclusivamente para Lorca por lorquinos con el que han disfrutado los niños en familia, como queremos que se celebre esta Navidad”, afirmaba la edil de Festejos, María de las Huertas García Pérez.

Este año, destacaba, queremos que la Navidad sea “mágica. Que la ilusión, la esperanza, la alegría… lo cubra todo. Son días de soñar, de ilusionarse, de pasarlo bien, de disfrutar con la familia… de sentirnos protagonistas, como creo que esta noche lo hemos hecho todos”.

Papá Noel hacía aparición en la Plaza de España y la locura de los más pequeños se desataba. Más de 2.000 pulseras con iluminación formaban parte del espectáculo. Se habían repartido previamente y sincronizadas entre sí, permitían que los elfos Pin y Pon lograran traer a Lorca a Papá Noel, a bordo de su trineo mágico tirado por Trueno, Relámpago, Juguetón, Cupido, Cometa, Alegre, Bailarín, Saltarín y Rodolfo. “Estos días estará en el Palacete de Huerto Ruano para que los niños puedan entregarle sus cartas con sus peticiones. El jardín de Huerto Ruano se ha convertido en el Pueblo de Papá Noel, con renos, su trineo y los elfos”.