En el aniversario de la Riada de San Wenceslao reclamaba junto a los vecinos de Torrecilla y Campillo, y la plataforma de afectados Pailorca, la construcción de los diques y presas para proteger a Lorca de las inundaciones
Alertaba de la situación de intranquilidad permanente que viven los vecinos cada vez que llueve de forma torrencial temiendo que se repitan escenas del pasado más inmediato
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: “No estamos hablando de suposiciones sino de una realidad constatable, desgraciadamente, con estadísticas terribles que tenemos el deber de evitar. No podemos permitir que tragedias como las inundaciones de 1973 y 2012 se repitan”
Domingo, 28 de septiembre de 2025. El 28 de septiembre de 2012 la Riada de San Wenceslao arrasaba las pedanías lorquinas de Torrecilla, Campillo, Purias… con precipitaciones de 140 litros por metro cuadrado y caudales de punta de avenida de 4.500 metros cúbicos por segundo en Valdeinfierno. Causó la muerte de dos personas. 300 viviendas y 250 explotaciones ganaderas resultaron afectadas. Se retiraron 200 toneladas de animales muertos y 10.000 hectáreas de tierra de labor quedaron gravemente afectadas. Los daños en infraestructuras públicas superaron los 100 millones de euros.
En el décimo tercer aniversario de la riada, Lorca ‘revive’ la tragedia, mientras continúa su particular ‘cruzada’ que inició en los primeros meses del año para exigir el desbloqueo de la construcción de las infraestructuras de defensa de avenidas. “La campaña da un paso más y se echa a la calle. ‘El olvido nos ahoga’ estará presente en los distintos espacios publicitarios urbanos del municipio para mostrar que es una reivindicación de toda la sociedad lorquina”, ha afirmado este domingo el alcalde, Fulgencio Gil Jódar, que ha reclamado junto a los vecinos de Torrecilla y Campillo, y la plataforma de afectados Pailorca, la construcción de los diques y presas para proteger a Lorca de las inundaciones.
Gil Jódar ha hecho hincapié en la situación de intranquilidad permanente que viven los vecinos cada vez que llueve de forma torrencial, temiendo que se repitan escenas del pasado más inmediato. “No estamos hablando de suposiciones, sino de una realidad constatable, desgraciadamente, con estadísticas terribles que tenemos el deber de evitar. No podemos permitir que tragedias como las inundaciones de 1973 y 2012 se repitan. No es una opinión, es una certeza técnica avalada por los afectados, diferentes expertos, representantes de los Colegios profesionales de Ingenieros de Canales y Puertos, Arquitectos y Geógrafos. Es un clamor de toda la sociedad lorquina”.
Y se ha mostrado muy preocupado porque sigue sin desbloquearse la construcción de las infraestructuras de defensa de avenidas. “En el último año no se ha dado ningún paso en las obras proyectadas. Necesitamos imperiosamente que se acometa la construcción de los diques de laminación y presas para hacer frente a las inundaciones que provocan las ramblas de Nogalte, Béjar y Torrecilla, así como otras escorrentías paralelas, junto a la realización de las obras para canalizar la rambla de Biznaga. Esta última infraestructura es fundamental para dar salida al agua que se acumula entre Campillo y Torrecilla con cada episodio de fuertes lluvias”.
El alcalde ha recalcado que la Riada de San Wenceslao puso de manifiesto la necesidad de ejecutar en su totalidad el plan de defensa de avenidas para defender a los vecinos de Campillo y Torrecilla, principalmente, pero también de otras zonas del municipio. “Aquella tragedia demostró que la presa de Puentes IV salvó al casco urbano de Lorca de daños como los que provocó la trágica inundación de 1973. Quedó constatada su utilidad e importancia como escudo protector. Tras cada una de las inundaciones que ha sufrido nuestro municipio, las administraciones de la época tomaron nota y respondieron construyendo infraestructuras que protegieran a los lorquinos. Así ocurrió en 1802, pero también en 1973, por lo que no entendemos que no se atiendan nuestras reclamaciones”.
También ha recordado que otro de los factores que repercutió muy negativamente en la Riada de San Wenceslao de 2012 fue “la acumulación masiva de árboles y maleza en el lecho del río y ramblas, circunstancia que se repite en la actualidad, a pesar de las reiteradas peticiones de este Ayuntamiento para que se intervenga con urgencia”.
Por último, ha insistido en la inseguridad jurídica que están sufriendo los vecinos por culpa de los continuos cambios de criterio por parte del Ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Segura en la delimitación de las Zonas Inundables y Zonas de Flujo Preferente. “Los mapas no responden a un análisis riguroso y tampoco reflejan la realidad de los terrenos sobre los que se aplican. Hay cientos de lorquinos que están viendo cómo se les aplica una expropiación encubierta de sus propiedades. No pueden poner ni un ladrillo cuando quedan marcados como zonas de flujos o inundación, pero tampoco se les ofrece compensación económica alguna. El Ministerio tiene que dejar de seguir pintando líneas y coloreando mapas y construir las presas y diques para evitar que se repitan riadas como la que se produjo hace trece años y que lamentablemente este domingo recordamos sin tener a la vista una solución a los problemas que la ocasionaron”.
RIADAS HISTÓRICAS
5 de agosto de 1648. Una de las mayores inundaciones, consecuencia de la rotura de Puentes I. La avalancha de barro y agua arrasó San Cristóbal y la torre del Santuario Patronal de las Huertas se derrumbó.
20 de octubre de 1651. Riada de San Calixto. Una de las más dramáticas con más de 1.000 muertos en la cuenca del Segura por el desbordamiento de cauces.
30 de abril de 1802. Rotura del embalse de Puentes. Una ola de 12 metros causó 608 muertes, 809 casas quedaron destruidas y fueron arrancados 41.000 árboles por la fuerza del agua.
14 y 15 de octubre de 1879. Riada de Santa Teresa. En toda la cuenca causó más de 1.000 muertos. Destruyó los Sangradores y parcialmente los barrios de San Cristóbal, Santa Quiteria, San Juan y San Ginés.
19 de octubre de 1973. Riada del 73. 13 personas perdieron la vida.
7 de septiembre de 1989. Una tromba de agua obliga a abrir las compuestas del Pantano de Puentes. El agua anega las calles de Lorca y la huerta. La Rambla de Biznaga se desborda afectando a La Hoya, El Esparragal, Campillo y Torrecilla.
28 de septiembre de 2012. Riada de San Wenceslao. 2 fallecidos y 300 viviendas afectadas.
Marzo de 2025. El temporal de lluvias provoca daños por valor de 13 millones de euros.