Desde la Concejalía de Urbanismo se ha comenzado la tramitación de un Plan Especial para la revitalización de este conjunto histórico incluido en el Catálogo de bienes protegidos del municipio
El objetivo es revalorizar infraestructuras destacadas por su relevancia histórica para potenciar aspectos como la cultura, la restauración o la oferta turística
María Hernández, edil de Urbanismo: “Nos encontramos ante un ejemplo casi único en Lorca de “hacienda” propia del siglo XIX; por lo que es todo un referente a nivel cultural. Es por ello que consideramos un deber el preservar y apostar por su puesta en valor, y la mejor manera de conseguirlo es que se encuentre habitada y cuidada y/o se atienda a otros usos que permitan su mantenimiento, respetando siempre su entorno y características”
Lorca, 20 de agosto de 2025. La edil de Urbanismo, María Hernández, ha anunciado una nueva actuación por parte del Ayuntamiento de Lorca centrada en la puesta en valor de un bien protegido del municipio, como es la Casa San Julián, mediante la activación de un Plan Especial, que se está tramitando desde el servicio de Planeamiento, cuya finalidad es la revitalización, preservación y puesta en valor de este lugar histórico de Lorca.
Según ha trasladado la edil, “a pesar del paso de los años y de los seísmos que ha vivido nuestro municipio, el edificio sigue manteniendo su estructura y su entorno, la esencia de los siglos pasados. Es por ello que, desde la Concejalía de Urbanismo, y a iniciativa del propio propietario, se ha considerado oportuno revisar y ampliar los usos permitidos en las edificaciones que integran el conjunto de dicha localización y en el ámbito delimitado de modo que pueda ser un referente cultural, turístico y de restauración, ampliando con ello la oferta en nuestro municipio, lo que a su vez ayudaría a su adecuada conservación”.
Actualmente, el diferente tratamiento urbanístico del entorno está incluido en dos ámbitos urbanísticos distintos, en concreto los denominados SUZNS 5-R y SUZE HUERTA; y, en cuanto a su limitación de usos, sólo está permitido el uso residencial, lo que limita considerablemente las posibilidades turísticas y de puesta en valor del recinto.
Es por ello, que “a través de este Plan Especial se proponen una serie de soluciones y que de modo sintético atienden a la Casa San Julián como un conjunto que incluye las edificaciones y el jardín. En la ordenación propuesta se tendrán en cuenta las necesidades derivadas de los nuevos usos planteados que serán plenamente compatibles con la conservación de las edificaciones y el jardín, propiamente, permitiendo al mismo tiempo su puesta en valor”.
“Nos encontramos ante un ejemplo casi único en Lorca de “hacienda” propia del siglo XIX; por lo que es todo un referente a nivel cultural; ya que, a pesar del paso de los años, y las diversas dificultades como contiendas, terremotos y cambios de propietarios sigue manteniendo su estructura y la esencia de los siglos pasados”, ha reseñado la edil.
“Destaca su buen estado de conservación, así como el deber de preservar y apostar por su puesta en valor; y la mejor manera de conseguirlo es que se encuentre habitada y cuidada por sus propietarios o residentes o bien sea habilitada para otros usos que permitan el mantenimiento de la propiedad, respetando siempre su entorno y características”, ha concluido María Hernández.
Sobre la Casa San Julián
El conjunto se sitúa en el límite de la diputación de Tercia y La Hoya; al noreste de la ciudad y delimitada por la Sierra de Tierra y el antiguo camino real de Murcia (actual carretera nacional). Situada al paso de Totana a Lorca, en torno al kilómetro 595.
Según el catastro, actualmente cuenta con una superficie de la parcela de 147.788m2 y la vivienda construida tiene una superficie de 2.443m2. Está catalogada con un uso agrario y residencial. La propiedad en la actualidad se encuentra incluida en el Plan General Municipal de Ordenación de Lorca, dentro del Catálogo de bienes protegidos. Tiene una protección estructural, por lo que se permite mejorar la habitabilidad en el interior de la vivienda, sin modificar su estructura y características de ésta. También el jardín debe mantener su diseño y reponer las plantas dañadas.
El acceso a la propiedad se realiza a través de una gran pinada, que guarnece el camino de entrada a la casa principal, precedido de una reja que deja entrever una escalinata de acceso.
La vivienda principal cuenta con tres plantas. Tanto las ventanas, balcones y porches están protegidos por rejería de manufactura sencilla. Tiene una zona de buhardillas y el conjunto queda coronado por una torreta, donde se encuentra una campana donde se puede leer el año 1678, por lo que haría la función de campanario. Toda la terraza resultante queda protegida por rejería a su alrededor.
Dentro de la estructura rectangular de la vivienda principal se encuentra la ermita de San Julián, que, en la actualidad, está dotada de todos los ornamentos necesarios: ajuar litúrgico, bancos, crucifijo y algunos cuadros; y en ella destaca el rosetón circular que ilumina una escultura del crucificado.
La bodega está situada en el interior del patio de la vivienda y se presenta como un espacio dividido en dos naves mediante arcos de medio punto y cubiertas con bóvedas de cañón. También se incluyen en el conjunto la Casa de labradores y el patio, cuyo empedrado del suelo aún conserva algunas partes originales de la época. También destacan la Almazara, que se sitúa en el lado norte, y la ‘Gruta Virgen de Lourdes’, de donde emana el estanque, con senderos que invitan al paseo y que se prolonga por el jardín.