Decenas de lorquinos se concentraban frente al Ayuntamiento para homenajear a la víctima 778 de la banda terrorista y para mostrar que el símbolo de resistencia al terrorismo sigue más vivo que nunca
Lorca ha mantenido muy presente al concejal de Ermua, que da nombre a una calle de la urbanización Miguel Ángel, con actos en cada uno de los aniversarios de su muerte, alguno de ellos con la participación de su hermana María del Mar Blanco Garrido
Fulgencio Gil Jódar, alcalde: “EH Bildu ha continuado la ideología de ETA de exclusión y odio a España. Representa e integra a terroristas en sus listas, no condena la violencia terrorista y sigue defendiendo los objetivos políticos por los que se mató y se persiguió a muchos inocentes”
Jueves, 10 de julio de 2025. Los lorquinos se han vuelto a echar a la calle. Lo han hecho en la Plaza de España donde a mediodía de este jueves guardaban silencio. Un silencio que se asemejaba a otro que mantuvo en vilo a un país mientras la banda terrorista ETA jugaba, una vez más, con todos los españoles. En estos días de julio de hace 28 años la banda terrorista secuestraba a un concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco. “Lo secuestraron y 48 horas después lo metieron en el maletero de un coche, lo llevaron al bosque de Lasarte en Guipúzcoa y acabaron con su vida”, ha afirmado el alcalde, Fulgencio Gil Jódar.
Lo hicieron, ha dicho, “con una crueldad sin precedentes. De rodillas, con las manos atadas a la espalda. Recibió dos tiros en la cabeza. No falleció en el acto. ETA quería alargar la agonía de Miguel Ángel Blanco, de los españoles, dejándolo con un hilo de vida para morir 12 horas después. ETA lo mató. Lo mataron el comando Donosti de la banda terrorista, Txapote, Amaia y Oker. Murió a manos de ETA. Una ideología que sigue viva en EH Bildu. Una ideología de exclusión y odio a España. Que representa e integra a terroristas en sus listas, no condena la violencia terrorista y sigue defendiendo los objetivos políticos por los que se mató y se persiguió a muchos inocentes. Y que comparte escaño y mantiene en la presidencia del Gobierno de España a Sánchez. Un gobierno que depende de los herederos de quienes asesinaron a Miguel Ángel Blanco”.
Y ha añadido que “es indecente que un presidente se siente y gobierne con los cómplices de ETA, con los que chantajearon al Gobierno y a toda la sociedad exigiendo a cambio de la vida de un joven concejal el acercamiento al País Vasco de todos sus presos terroristas.”.
El secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, “la víctima número 778, fue la respuesta de ETA a la liberación por parte de la Guardia Civil de José Antonio Ortega Lara, al que tuvo la banda terrorista encerrado en un zulo 532 días. 28 años después aquellos que mataron al joven de Ermua se permiten el lujo de darnos lecciones de pacifismo. Hoy, el espíritu de Ermua, el de Miguel Ángel Blanco, vuelve a recordarnos aquellos cuatro días que cambiaron la historia de la lucha contra el terrorismo. Hoy, volvemos a la calle a guardar silencio y con nuestro silencio queremos que las generaciones venideras conozcan lo que ocurrió para que nunca vuelva a repetirse. No podemos permitir que el olvido, o el blanqueamiento interesado, otorgue pátina de normalidad a quienes siempre perseguirá el legado criminal”, ha señalado.
Gil Jódar ha insistido en que “nunca nos resignaremos a admitir que la estabilidad política de España esté en manos de los cómplices de ETA. No todo vale en política. No se puede humillar a las víctimas de la banda terrorista, como no debemos consentir homenajes a los asesinos. A los que quisieron acabar con nuestro país. Aquellas imágenes de una España más unida que nunca tiene que darnos fuerza para seguir luchando contra los que sembraron el miedo en nuestras calles a golpe de bomba, a golpe de un tiro en la nuca. El espíritu de Ermua, de Miguel Ángel Blanco, es patrimonio de todos los españoles. Murió por defender a su país, a la democracia. Y en estos días cobra un especial protagonismo esa lucha, que es la de todos”.
Por último, ha recordado que “Lorca ha mantenido siempre muy presente al concejal de Ermua, -que da nombre a una calle de la urbanización Miguel Ángel en pleno centro de la ciudad- con actos en cada uno de los aniversarios de su muerte, alguno de ellos con la participación de su hermana María del Mar Blanco Garrido. Es nuestro deber mantener ese legado que nos dejó y que le costó la vida”.