La diversidad está presente en nuestro día a día, y las relaciones interculturales suceden en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana. Fomentar que esta interacción sea real y pacífica es el reto fundamental para la construcción de una sociedad cohesionada En zonas donde la diversidad cultural es más significativa, se realizarán intervenciones que fomenten la interacción y la convivencia para:

• Mejorar las condiciones de vida de toda la población.
• Optimizar el uso de los recursos existentes en el territorio.
• Convertir a la comunidad en protagonista de su propio desarrollo.

Esto se consigue trabajando desde el ámbito de la educación y de la salud comunitaria, impulsando procesos que favorezcan el desarrollo local y mejoren las condiciones de vida de toda la población, capacitando al conjunto de la sociedad para afrontar las oportunidades, los retos y las problemáticas de las nuevas realidades y previniendo y revirtiendo situaciones de conflictividad social en pro de la convivencia ciudadana intercultural.